La doctora Fernanda Covacevich, investigadora del INTA y del Conicet, se dedica al estudio de hongos formadores de micorrizas arbusculares.
La doctora Fernanda Covacevich, coordinadora de un proyecto del Programa Nacional de Suelos del INTA, con desempeño en el INTA Balcarce e investigadora adjunta del Conicet en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Biotecnología (Inbiotec), fue seleccionada para participar en un proyecto de colaboración con Etiopía, promovido por el Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular (FOAR) del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina.
“Fui convocada por el lado de INTA, dado que el Ministerio de Agroindustria solicito a INTA especialista en hongos formadores de micorrizas arbusculares y ellos dieron mi nombre”, indicó la especialista a LA CAPITAL al regreso del primer viaje hacia el país africano en el marco de este proyecto.
De la misión participaron también Mariana Puente, del Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Carla Loughe, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
“Mi actividad puntual fue responder a una solicitud del Instituto EBTI de Etiopía, quienes, a través del FOAR solicitaron el entrenamiento en el aislamiento, caracterización, selección y multiplicación de microorganismos promotores de crecimiento vegetal (principalmente hongos formadores de micorrizas arbusculares que son parte de mi línea de trabajo y también rizobacterias que son línea de trabajo de una investigadora que viajó de Castelar) con vistas a la multiplicación en masa de estos organismos y su aplicación como inoculantes biológicos en los sistemas de producción agrícola de dicho país”, contó.
Además, “solicitaron el entrenamiento en las cuestiones legales de los productos para ser comercializados y por eso la tercera integrante de la misión fue una investigadora de Senasa”.
En la primera de cinco misiones, “lo que hicimos es un reconocimiento de las facilidades disponibles (tanto en recursos humanos como disponibilidades de laboratorios, equipamiento, invernáculos, etc.) de diversos institutos relacionados al EBTI con el fin de, en función de los resultados, realizar la propuesta final al FOAR de qué es lo que se puede realizar en el tiempo establecido (1 año y medio)”.
Según adelantó “las restantes 4 misiones seguramente consistirán en un entrenamiento inicial de investigadores de Etiopía en nuestros laboratorios y quizá las siguientes en un seguimiento del cronograma de actividades planteado por parte nuestra allá”.
Covacevich resaltó la importancia del intercambio de investigadores, de conocimientos y de tecnologías aplicadas por ambos países. “Esto es enriquecedor en todas las oportunidades. Si bien en una primera impresión pareciera que es nuestro país el que dispone de las herramientas de mayor desarrollo de los inoculantes biológicos que Etiopía (por el equipamiento, recursos humanos formados etc), podría destacar que actualmente ellos realizan desarrollo de inoculantes a base de rizobacterias en sustratos sólidos que, de mi conocimiento, no se utilizan en nuestro país, lo que podría ser una nueva línea para el desarrollo de inoculantes”, apuntó.
Por otra parte valoró el excelente recibimiento que tuvieron de parte de la delegación de Etiopía, como también por las autoridades de la Embajada de Argentina en Etiopía, el embajador Gustavo Grippo y el ministro consejero Alejandro Piñeiro”.
El trabajo se realizó en Addis Abeba, la capital de Etiopía. “Es una ciudad muy grande, muy poblada. Con un centro que está en auge de construcción principalmente por compañías constructoras chinas. En la zona donde estábamos hospedadas, podría decirte que en promedio se estaban construyendo tres edificios por manzana.
Luego, tiene una parte suburbana también muy grande con mucha gente viviendo en situación de calle. Para mitigar esa problemática el gobierno tiene un plan que ha lanzado de construcción de edificaciones tipo monoblocks para comenzar a relocalizar a la gran cantidad de gente sin hogar”, relató.
Durante los primeros días del viaje las representantes argentinas visitaron institutos, laboratorios y universidades de la ciudad para conocer sus líneas de investigación y establecer los objetivos de la misión. Algunos de los lugares que recorrieron fueron el Instituto de Biotecnología de Etiopía (EBTI), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MOST), la Universidad de Addis Ababa (AAU), entre otros.
La visita finalizó con una reunión junto a los directivos e investigadores del EBTI para identificar las facilidades y potencialidades de trabajo y desarrollo en los lugares visitados y planificar las actividades y misiones siguientes.
El FOAR tiene como objetivo construir lazos de cooperación y desarrollo, promoviendo el intercambio de conocimiento, tecnologías y buenas prácticas entre Argentina y otros países para optimizar el uso de los recursos humanos y financieros.